TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD

Los psicólogos por lo general definen la personalidad como un patrón único de pensamientos, sentimientos y conductas del individuo que persisten a través del tiempo y de las situaciones. Estos se acercan de diferentes maneras al estudio de la personalidad. Algunos tratan de identificar las características más importantes de la personalidad. 

Para evaluar la personalidad los psicólogos usan cuatro métodos diferentes: la entrevista personal, la observación directa de la conducta, las pruebas objetivas y las pruebas proyectivas. 

Son muchas las teorías de la personalidad, a continuación mencionaremos las principales:

- Las teorías psicodinámicas de la personalidad. Estas consideran que la conducta es resultado de la dinámica psicológica dentro del individuo. Muy a menudo esos procesos ocurren fuera de la conciencia.

Para Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, nuestra personalidad está arraigada en la dinámica del inconsciente, constituido por todas las ideas, pensamientos y sentimientos de los que normal mente no tenemos conciencia. 
De acuerdo con Freud, la personalidad está compuesta por tres estructuras. El ello, la única estructura de la personalidad que está presente al nacer, opera en el inconsciente de acuerdo con el principio de placer, pues trata de obtener placer inmediato y de evitar el dolor. El yo, el vínculo del ello con el mundo real, controla todas las actividades de pensamiento y razonamiento consciente y opera de acuerdo con el principio de realidad. El superyó actúa como el guardián moral o conciencia de la persona y la ayuda a funcionar en la sociedad. También compara las acciones del yo con un yo ideal de perfección. En opinión de Freud, cuando el yo es incapaz de controlar los impulsos del ello de forma que sea aceptable para el superyó, experimenta ansiedad y recurre al uso de mecanismos de defensa para reducir la incomodidad causada por la ansiedad.

Karen Horney creía que existen varias tendencias neuróticas o estrategias que la gente usa para afrontar los problemas emocionales, y que esas estrategias se reflejan en el tipo de personalidad: el tipo sumiso de personalidad, cuya estrategia es acercarse a los demás (sumisión); el tipo agresivo de personalidad, cuya estrategia consiste en atacar a los otros (agresión); y el tipo desapegado, cuya estrategia implica alejarse de los demás (desapego). Horney enfatizó que muchos de los rasgos de la personalidad que distinguen a las mujeres de los hombres son determinados por la cultura y no por la anatomía.

- Teorías del aprendizaje cognoscitivo-social

Albert Bandura sugiere que ciertas expectativas internas determinan la forma en que una persona evalúa una situación y que esa evaluación tiene un efecto en la conducta de la persona. Las expectativas llevan a la gente a comportarse de acuerdo con estándares de desempeño únicos, que son medidas de excelencia determinadas individualmente mediante las cuales juzga su conducta. Quienes tienen éxito para satisfacer sus estándares de desempeño internos desarrollan una actitud que Bandura llamó autoeficacia. El locus de control es una expectativa prominente, la gente con un locus de control interno cree que puede controlar su destino mediante sus acciones, mientras que la gente con un locus de control externo cree que su destino depende del azar y de la conducta de otros. 
Las expectativas y el locus de control pueden probarse científicamente y han demostrado ser conceptos útiles para predecir la salud y la depresión. Sin embargo, dichas correlaciones no proporcionan evidencia concerniente a las causas de la conducta.

- Teorías humanistas de la personalidad

Carl Rogers creía que la gente desarrolla su personalidad al servicio de metas positivas. El impulso biológico a convertirse en lo que podemos ser recibe el nombre de tendencia a la realización y como además de tratar de realizar nuestro potencial biológico, intentamos satisfacer nuestro sentido consciente de quienes somos, Rogers lo llamó tendencia a la autorrealización. Una persona con funcionamiento óptimo es alguien cuyo autoconcepto coincide estrechamente con sus capacidades innatas. 
Las teorías humanistas de la personalidad sufren la falta de evidencia científica. Además, se les critica por adoptar una visión demasiado optimista de la naturaleza humana y por promover una visión del yo que fomenta el egocentrismo. Sin embargo, la investigación sobre las terapias humanistas, en particular la terapia centrada en el cliente de Rogers, ha demostrado que promueve la autoaceptación.

- Teoría de los rasgos

Los teóricos de los rasgos insisten en que cada persona posee una constelación única de rasgos de personalidad fundamentales. Los psicólogos están en desacuerdo respecto al número de diferentes rasgos de la personalidad. Sin embargo, recientemente una cantidad considerable de investigaciones se han concentrado en la importancia de cinco rasgos básicos de la personalidad, estos son a extroversión, afabilidad, escrupulosidad, estabilidad emocional y cultura o apertura. Los cinco grandes rasgos parecen ser universales entre culturas y cierta evidencia sugiere que podrían tener, en parte, una base fisiológica.
Las teorías de los rasgos son principalmente descriptivas. Proporcionan una manera de clasificar las personalidades, pero no explican por qué la personalidad de un individuo es lo que es. Pero las teorías de los rasgos tienen la ventaja de que es sencillo probarlas experimentalmente, y la investigación apoya el valor del modelo de cinco factores para determinar con precisión la personalidad.

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